Este es un espacio de reflexión personal. Quiero compartir lo que siento y pienso, el momento vital en el que me encuentro en cada momento.
No creo en estos espacios como medio de darse a conocer, pero en un momento social en el que percibo que a pocos les importa lo que le pase a cada uno, creo que es una buena herramienta para que aquellos que se interesen en otros y, en este caso, en mí, puedan saber algo más y les sirva de trampolín para que iniciemos una conversación.

viernes, 27 de agosto de 2010

CONTENTO CON LOS POSIBLES NUEVOS RETOS PROFESIONALES

El haber hecho un buen trabajo te ha llevado a conseguir más posibilidades. ¡Sigue así!

miércoles, 25 de agosto de 2010

ANOCHE...

...me acordé de mi hermano Sabas.

domingo, 22 de agosto de 2010

LA AMISTAD, UNA DINAMICA CAMBIADA

Llevaba años en los que las relaciones personales que tenían se habían ido deteriorando por unas razones u otras. Discrepancias, momentos vitales distintos, desapariciones mías y un inquietante interior personal que me estaba llevando a la soledad más tangible.
En todo este tiempo me he convertido en una persona alejada de mis amigos, con poco interés en la situación personal de los mismos, muy celoso de abrirme a los demás, siendo un individuo totalmente alejado de lo que siempre he sido y de lo que siempre he querido ser.
A esto le sumo que las nuevas personas que he ido encontrándome en el camino no han satisfecho mis necesidades personales, salvo excepciones muy enriquecedoras, y que todos los nuevos proyectos los he ido poniendo en marcha con el círculo de amigos ya cerrado, por lo que no me he dado la oportunidad de seguir avanzando.
De unos meses a hoy, he identificado como primordial en mi vida tener unas relaciones más auténticas, y eso pasaba por recuperar las importantes y hacer nuevas, partiendo de cero y sin unas expectativas que me separen de las personas fácilmente.
Me he puesto manos a la obra y, si bien, no está todo el trabajo hecho para poder situarme allá donde quiero, tengo una gran parte del camino recorrido y vuelvo a sentir la magia de la amistad auténtica y verdadera, del querer y sentirme querido, que quizás era algo que no venía encontrando en todo este tiempo atrás.
Soy un poquito más feliz, estoy un poquito más equilibrado, pero soy consciente de que aún he hecho muy poco en relación a todo lo que necesito para ser feliz.
Me siento bien porque poco a poco mi vida se equilibra...

sábado, 21 de agosto de 2010

CUANDO LO PROFESIONAL TRASCIENDE A LO PERSONAL

Hay pocas profesiones en la vida que puedan llenar tanto a una persona como pueden ser aquellas relacionadas con la educación. Recuerdo que cuando me decidí por estudiar pedagogía, había en mí una intención de mejora social. Desde que empecé a tener experiencias educativas, entendí que la educación era un motor para el cambio social, fuese del tipo que fuese. Así, durante años he estado dedicándome y formándome para ser el mejor educador que yo pudiese llegar a ser, teniendo una gran diversidad de vivencias relacionadas con este mundo tan purificador. En estos años he podido comprobar cómo, a través de acciones educativas, las personas podían tener una vida más gratificante, algo que revierte directamente en la sociedad. Los scouts me han ayudado a poder experimentar cómo a través de procesos personales y educativos, gente que no se ha planteado nunca hacer nada específico por los demás para seguir su vida por los senderos individualistas que nos marca esta sociedad tan pobre, se replanteaban su vida, para ponerla al servicio de los demás. ¡Qué bello!. Pero de un tiempo a esta parte, he visitado otros habítaculos de la amplia gama de acciones que te ofrece la pedagogía y me estoy especializando en la educación social, abandonando otros terrenos educativos bonitos, pero menos trascendentales.
Pero de todo este tiempo seguido dedicado a lo social, este verano ha sido el más especial de todos. Siento que he crecido mucho como educador. Y he crecido no porque haya hecho un trabajo extraordinario, sino porque he conseguido alcanzar un nivel de crítica hacia mí mismo que me permite exponerme una serie de críticas y de propuestas necesarias para mejorar mi labor, habiendo conseguido unos resultados que hacía tiempo que no se veían en el socioeducativo del Polígono Norte. Que identifique lo que debo hacer mejor en ese contexto me gratifica especialmente.
Pero este desempeño está trascendiendo el ámbito de lo profesional. Siempre he defendido que, para ser buen educador, lo primero que debo hacer es amar a los niños. Antes de que los ame, lo más que consigo es enseñar. El instante en el que sientes que has vinculado con el grupo, con él, con ella, la magia comienza a fluir y los aprendizajes se suceden solos unos tras otros dentro de las propias vivencias del día a día, sin necesidad de talleres, actividades, juegos o dinámicas. Son las relaciones las que nos hacen crecer, las que provocan el desarrollo. Y es ahí donde el educador tiene que ser sensible. Porque no hacemos experimentos. El acto de educar se da en la vida misma de las personas. no en espacios compartimentados que no tienen relación los unos de los otros. Se aprende de la vivencia, se aprende en la vivencia. Por eso, cuando se ama a otra persona, se empiezan a suceder los acontecimientos significativos.
Yo como educador me siento mejor, y como soy persona en la que no hay espacios compartimentados, me siento mejor como persona, porque amo a mis niños, porque siento que son importantes para mí, porque confío en ellos, porque me preocupo y ocupo de ellos, porque me ayudan en la misma medida que pudiese yo ayudarlos a ellos...
Hoy los echo de menos, hoy me acuerdo de ellos, hoy soy grande por la grandeza de ellos. Y es que me han llegado hasta lo más hondo.
¡Qué bonito es sentirse locamente sano o sanamente loco!

jueves, 19 de agosto de 2010

DESPEDIDA

Mañana me despediré, creo que temporalmente, de los que me han dado la luz durante este verano. He aprendido mucho en estos dos meses y creo que seré un poco mejor educador a partir de ahora. Hay cosas que tengo que mejorar para ser el educador que quiero llegar a ser y conseguir los resultados más adecuados.

martes, 10 de agosto de 2010

FORTALECIDO

En la bella profesión que he elegido para mi vida, existen muchas tendencias. La mayoría de las que se aplican no son de mi gusto aunque sé valorarlas en su justa medida, entendiendo su sentido.
No sé la razón (o sí) por la que es tan difícil querer educar en ser personas, pero la realidad es que hay compañer@s con muy buenas intenciones, algun@s muy buenos, pero con los que no termino de sentirme identificados, viendo cómo se "resuelven" ciertas situaciones por la vía rápida.
El camino que he elegido en esto de la educación es un tanto lento, intangible, abstracto, poco cuantitativo y difícil de explicar y de hacer entender. Hay que tener una sensibilidad especial para conseguirlo.
Tengo la suerte de tener dos compañeras (para mi son más compañeras que jefas o coordinadoras) con las que comparto las ideas de educación y que me dejan ser yo, que creen en mí, en lo que hago, en las decisiones que tomo, en mis criterios... y eso me ayuda a sentirme acompañado en un proceso en la que a veces siento que soy un bicho raro y que estoy engañando a quienes me contratan porque no voy dentro de la línea marcada.
Al ser un proceso lento y difícil, a veces, cuando las cosas se complican, sientes dudas y te entran ganas de tomar el camino fácil y quitarte el problema de en medio. Pero esa opción no entra en mí, en mis ideas y sentimientos. Estaba (y ahora más aún) convencido de que haciendo las cosas como las hago, los resultados llegan, pero llegan de verdad.
He tenido una semana especialmente difícil pero igualmente motivante. Y después de mucho esfuerzo, mis niñ@s han dado un paso importante en sus vidas.
El vínculo es lo más importante en materia educativa, y cuando se hacen las cosas con amor, pero con amor verdadero, cuando te entregas, das lo que tienes y lo que eres, entonces, los procesos fluyen por ellos mismos.
Ya sabía que en situaciones normalizadas esto era posible, pero me quedaba el reto de personas con más necesidades que las que tenemos todos normalmente. Y vaya si vale. Funciona. ¡Lástima que no disponga de más tiempo y que el verano se acabe!.
Quiero mucho a mis niñ@s y confío en ellos, en que a pesar de todo lo que le rodea en sus vidas, son capaces.
Les tengo un sentimiento de agradecimiento profundo, pues hoy, gracias a ell@s, sé que si sigues el camino con convicción, se llega a un destino precioso e inolvidable.
Hemos dado un paso muy cortito y muy chico en nuestras vidas, tanto que quizás haya muchas personas que ni los identifique ni los valores, pero ese pasito es muy grande.

jueves, 5 de agosto de 2010

EL CAYADO ROVER



Noche estrellada y de suaves temperaturas. Sólo el sonido de los grillos y las chispas del fuego enturbiaban el silencio del joven indio. Pensaba, meditaba y buscaba respuestas a las miles de preguntas que se hacía desde que dejó la tribu en busca de su definitiva madurez: "No entiendo qué me pasa. Llevo caminando solo mucho tiempo y no sé por qué debe ser así. Quiero a mis compañeros de viaje a mi lado. Siempre pensé que estarían junto a mí en todas mis aventuras". - "No siempre" - contestó el viejo indio que se sentaba a su izquierda - "En la vida de un indio se corren miles de riesgos en pos del bienestar de su tribu. Esos riesgos suelen ser en compañía de otros guerreros que se dejan la piel por ese bien común. Pero hay otras aventuras, más personales, que deben vivirse desde la soledad, desde la reflexión y vivencia individual. Suelen ser aventuras más complejas en las que poco pueden ayudarte otros indios si uno mismo no responde". Otra voz interrunmpió al anciano: "¡Solo!, ¡así estás, así has estado y así estarás siempre!. No busques el consuelo de la necesidad de la soledad. Lo que pasa es que tu vida la vives tú y nadie se preocupará por ti, y mucho menos se ocupará. Olvídate de que te acompañen en tus aventuras que en esta vida de hoy, nadie se desvive por la tribu, ni por el compañero indio. Cada cual busca su bienestar personal y si tú formas parte de las oportunidades que se les presentan a otros para ser felices, serás acogido siempre y cuando formes parte del proyecto. Si no, olvídate de compañías, preocupaciones y ayudas". El indio, confuso y más perdido que cuando la conversación comenzó siguió reflexionando en voz alta: ¿Nadie me ayudará en este proceso tan duro?. ¿Y si no sé resolver mi vida? Yo quiero ser jefe indio, pero no me siento capaz". "Has pasado etapas vitales en momentos dificiles, - respondió el anciano - y siempre has salido airoso. Has formado a jóvenes indios en su camino para ser guerreros". "¡Pero no siempre le salieron bien! - interrumpió de nuevo la voz. Otro indio, con una mirada penetrante y dura, seguía replicando aquello que el anciano exponía: "Tu problema es que siempre fuiste muy impaciente, que siempre has querido respuestas rápidas. Tenías un problema y encontrabas velozmente una solución. ¿Y ahora qué?, ¿no puedes?. Claro que puedes, pero admite y asume que tienes defectos, que no todo lo haces bien y que eso es normal. Nunca nadie te lo dice, ¿ves como estás solo? Siempre lo estuviste. Si quieres lograr ser un jefe indio, busca el camino solo, porque solamente las personas que buscan el bien común llegan, y como son las menos, llegan solas. Y tú llegarás solo si es que tienes que llegar". De nuevo el anciano indio hablaba, con un tono más sereno: "Estarás solo porque para llegar a ser sabio debes encontrar las respuestas en tí mismo y eso tus compañeros guerreros lo saben. Esa es la razón de tu soledad. Es lo más beneficioso, para tí y para todos. No busques más ayuda que la que tú mismo puedas llegar a ofrecerte. Ese es el camino para llegar al crecimiento personal. Todo lo que llegue del exterior debe ser bienvenido, pero no puede ser fundamental en tu búsqueda. Busca oxígeno en tu propia respiración". El silencio se hizo en la noche, de nuevo los grillos destacaban por encima de todo y ya sólo quedaban unos restos del fuego. El indio, guerrero desde tiempos ancestrales, no sabía la solución a sus problemas, poco sacó en claro de aquella noche. Sólo una conclusión: "Al fin y al cabo, debo caminar solo". Acalló la voz de su conciencia, recogió el fuego, cogió su horqueta rover y andó...