Este es un espacio de reflexión personal. Quiero compartir lo que siento y pienso, el momento vital en el que me encuentro en cada momento.
No creo en estos espacios como medio de darse a conocer, pero en un momento social en el que percibo que a pocos les importa lo que le pase a cada uno, creo que es una buena herramienta para que aquellos que se interesen en otros y, en este caso, en mí, puedan saber algo más y les sirva de trampolín para que iniciemos una conversación.

martes, 15 de junio de 2010

¿SIN COMPAÑEROS DE VIAJE?

En esta dedicación a unos estudios que poco tienen que ofrecerme, de vez en cuando, surgen ideas que me ayudan a reflexionar y con las que me siento especialmente bien. Ayer apareció una pequeña islita en mis apuntes que me ha hecho pensar profundamente. Dentro de una de las tradiciones en la formación del profesorado, la personal me llamaba especialmente la atención. Entre las ideas que propone, una me hizo pararme por la gravedad de mi asunto.
"El hombre busca la satisfacción de sus necesidades, siendo suficientes en ello. De la necesidad de ser suficientes en nuestras necesidades surge la motivación. Para tener una personalidad suficiente una persona debe tener una visión positiva de sí misma, una percepción realista del yo y de las personas que lo rodean, tener una identidad con otros y poseer un campo perceptivo rico".
Y aquí está la cuestión. Son muy pocas las personas con las que me siento identificado.
Si ha habido un proyecto dentro de mi vida que ha sido de especial importancia en ella, que me ha ayudado a ser lo que hoy soy y con el que me he sentido fuertemente identificado, llegando a ser una segunda familia, ha sido Inti Raymi.
Desde que llegué a los scouts, me han hecho vivenciar una serie de experiencias que tenían detrás una fuerte carga de ideas relacionadas con la transformación social. Estas vivencias me han ayudado a asumir como mías aquellas ideas que tienen como base el prójimo, sobre todo si éste se encuentra en una situación desfavorecida o indefensa. El grupo scout tiene su acción directa sobre aquel colectivo que siempre está en riesgo; la infancia y juventud. Sea de la capa social en la que se encuentre, un niño, siempre es vulnerable. Por eso el escultismo trabaja directamentre sobre ellos.
Pero Inti Raymi, el grupo, como siempre me ha gustado llamarlo, siempre me enseñó que debía cambiar yo primero para poder cambiar el mundo después. Por eso me he sentido tan identificado con el grupo, porque veía como muchas de las personas que me rodeaban estaban convencidas de ello.
El final de mi etapa en el grupo está siendo especialmente duro y no porque en poco tiempo me tenga que marchar, algo que tengo especialmente controlado en mí mismo, sino porque el grupo no es el que siempre conocí. Cuando los antiguos miembros del grupo nos llamaron la atención porque estábamos haciendo ciertas cosas mal, no quise verlo, o al menos, no quise ver el significado de la realidad. Hoy me siento muy de acuerdo en muchos de los mensajes que se nos estaban transmitiendo.
Siento mucha pena al ver que mis compañeros de viaje de este proyecto, mis amigos, incluso aquellos en los que albergaba una cierta esperanza, siguen una línea que está llevando al grupo a una transformación que desvirtúa su origen.
Anoche una prueba más. Se me cae la cara de vergüenza cuando una pionera reclama la asistencia del clan a sus propias reuniones. Si todos los que tenemos exámenes faltamos ayer, dan la reunión dos personas.
Mientras esté en el grupo seguiré luchando por que nos demos cuenta de que el camino por el que estamos llevando el grupo, no sigue la trayectoria que llevaba anteriormente, aunque cada vez albergo menos esperanzas. Espero que nadie se dé cuenta cuando sea demasiado tarde.
Mientras, sigo buscando la suficiencia de mis necesidades, en la búsqueda de la identificación con un grupo de personas que siempre estén dispuestas a sacrificar lo suyo por lo de todos, y por algo que es mejor, por lo de otros.
Ni culpo ni responsabilizo a nadie, pero no puedo dejar de sentir que en este viaje apenas tengo compañeros.
La vieja guardia se va marchando poco a poco y mi única esperanza son un grupo de "Dartagnanes" que espero se estén formando bien para ser unos buenos mosqueteros y se sientan fuertemente identificados con el "Todos para uno", pero sobre todo con el "Uno para todos".

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